Modalidad Flexible: “El impacto académico es muy bueno”

19 Marzo 2021

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El Complejo Educacional Monseñor Guillermo Hartl, de Pitrufquén, perteneciente a la RED Irarrázaval, aplica una estrategia de enseñanza donde los alumnos son divididos por niveles de aprendizaje, con el fin de potenciar las capacidades de cada alumno y tener como primer foco el aprendizaje de todas y todos los estudiantes.

Se trata de una modalidad flexible, que se utiliza en las asignaturas de lenguaje y matemáticas, como nos cuenta el director del establecimiento José Salum: “Consiste en aplicar un diagnóstico que permita ver en qué nivel se encuentra el alumno, no importando el curso”. Luego del diagnóstico, se arman grupos según el dominio que cada alumno tiene en la asignatura: nivel inicial, intermedio o avanzado. “Es importante que el concepto de curso 1°A o 1°B se pierda en estas asignaturas, de ahí el concepto de flexibilidad”, enfatiza José.

Después de un tiempo, se realiza otro diagnóstico, para cada nivel y se produce una rotación de los alumnos según el nivel de logro de las habilidades, lo que permite rearmar nuevamente diferentes grupos. “Cada asignatura tiene un profesor coordinador, quien vela por el trabajo flexible y apoya a los colegas de su área”, comenta el director del Complejo Educacional.

Leonardo Vásquez, profesor de matemáticas en el Complejo Educacional Monseñor Guillermo Hartl, nos explica que los estudiantes han acogido de buena forma esta propuesta de educación flexible: “se sienten con mayor confianza y mejora su autoestima, permitiendo una mayor participación y respuesta en las actividades propuestas por el departamento, tanto de matemática como de lenguaje”.

Cómo nace la idea

El proyecto surgió en una visita al Liceo Bicentenario de Ñuble, donde se mostró cómo trabajaban y aplicaban la modalidad flexible. “Nos resultó muy interesante para implementarla en nuestro liceo. El principal objetivo es nivelar hacia arriba, en el desarrollo de habilidades, a todos los alumnos”, señala el director José Salum.

Los docentes, que son parte de la modalidad flexible, tuvieron que cambiar un paradigma de enseñanza y poner al estudiante como foco. “Fue necesario buscar al profesor que pudiera tener mejor llegada al estilo de aprendizaje del grupo, para tener una mejor recepción de contenidos, por parte de los estudiantes, permitiendo además que el docente se involucre mejor y no produzca un efecto negativo en el proceso de enseñanza-aprendizaje”, explica Leonardo.

Actualmente, 420 alumnos, de un total de 860, trabajan bajo la modalidad flexible. El director del establecimiento afirma que los estudiantes han respondido mejor de lo esperado a esta estrategia, con un mayor nivel de desarrollo y mucha motivación en clases: “el resultado ha demostrado que el impacto académico es muy bueno”.

La idea es ir, año a año, aplicando esta modalidad, en diferentes niveles. Hasta ahora, solo se utiliza en las asignaturas de matemáticas y lenguaje, pero está abierta la posibilidad de sumar otras materias.

León Urruticoechea, director de Gestión en Educación de la Fundación Irarrázaval, destaca esta novedosa iniciativa. “Invitamos a todos los colegios a compartir con los otros establecimientos de la RED, iniciativas como estas, innovadoras y con excelentes resultados. Creemos que las buenas ideas se tienen que compartir y como Fundación Irarrázaval queremos conocer esos casos y difundirlos”.  

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