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Si a inicio de este año nos hubiesen anticipado la historia que estamos viviendo, producto de la Pandemia, seguramente hubiésemos esbozado una sonrisa incrédula. Estamos viviendo una realidad que todavía nos cuesta reconocer que no es ficción. En el ámbito educativo ha desafiado, y puesto a prueba, nuestra capacidad de innovación, el liderazgo y la urgencia de adaptación.

Son tantas las historias que hemos conocido durante estos meses, de colegios y docentes de nuestra RED, que se han debido reinventar para continuar enseñando a sus alumnos, y acompañarlos a la distancia en todo este proceso. Muchos que, semanalmente, realizan un largo recorrido por zonas rurales para entregar las guías de trabajo a sus alumnos, o profesores del área Técnico Profesional que han montado un verdadero taller en su casa para poder transmitir sus conocimientos técnicos a sus alumnos.

Conviene conocer estos casos, aplaudirlos y reconocerlos, profesores motivados y apasionados que marcan la diferencia. Especialmente para que sepan que no están solos y, a través de ellos, poder mostrar que al trabajar de manera colaborativa es posible avanzar más y de mejor forma.

Estamos empeñados en contribuir a acortar las distancias y aprovechar este momento histórico que nos está tocando vivir, como una oportunidad para fortalecer la comunicación entre la Fundación Irarrázaval y los colegios de la Red Educativa, acompañarlos y apoyarlos a diario a través de las múltiples plataformas, conocer sus experiencias y compartirlas entre todos.

El necesario distanciamiento físico que debemos respetar, gracias a la tecnología, no implica una desconexión total. Hoy, la tecnología nos ha mostrado que los límites geográficos o territoriales no existen, que podemos estar más conectados que nunca. Aprovechemos la oportunidad.