Laboratorio Agropecuario de Escuela Las Garzas: un lugar donde estudiantes y analistas comparten trabajos

14 Julio 2022

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- Desde el año pasado que, por incentivo de la Fundación Irarrázaval, el Laboratorio de la Escuela Agrícola Las Garzas, ubicada en Chimbarongo, región de O’Higgins, abrió sus puertas para que los alumnos realicen sus prácticas, siendo así, parte también de su malla curricular.

“La Fundación Irarrázaval haces más o menos tres años nos incentivó a que utilicemos el laboratorio para actividades de docencia”, cuenta Jaime Bascuñán director de la Escuela Agrícola Las Garzas, por lo que se pusieron manos a la obra y abrieron las puertas del Laboratorio Agropecuario del colegio a los estudiantes, donde realizan el mismo trabajo que los profesionales que trabajan en él, utilizando los cultivos y plantaciones de la escuela.

El Laboratorio existe desde hace 40 años, es un lugar donde se hacen análisis de suelo, foliares, compost, nemátodos y de aguas para cerca de 2.000 clientes, pero hasta esta invitación de la Fundación Irarrázaval, los alumnos solo tenían la posibilidad de hacer tareas de limpieza de instrumentos y observaban el trabajo realizado por los analistas.

“Queremos que los colegios de la RED Irarrázaval aprovechen todas las potencialidades e instalaciones que poseen en pro de los aprendizajes de sus estudiantes. Muchas veces una opinión externa los incentiva a romper barreras e ir más allá implementando nuevas metodologías. Nos alegra que la Escuela Agrícola Las Garzas hayan tomado nuestra humilde sugerencia y hoy nos puedan contar esta maravillosa experiencia pedagógica”, afirma León Urruticoechea, director de Gestión en Educación de la Fundación Irarrázaval.

Hoy los alumnos de III y IV Medio realizan toma y recepción de muestras, análisis y utilización de materiales y redacción de informes, como parte de su malla curricular. “Primero, en clases se les explica lo teórico, el paso a paso y la utilidad de estos análisis, cómo se elaboran, cómo se ocupan. Luego de eso, entran al laboratorio”, explica Jaime Bascuñán.

El director cuenta que han visto cómo la práctica en el Laboratorio ha ido más allá del conocimiento de la investigación: “hemos incentivado el tema del orden y la presentación. Cosas que les pueden servir para diferentes aspectos de su vida.”

Para que los alumnos puedan utilizar el Laboratorio de la mejor manera, se organizan grupos de cinco estudiantes, quienes acceden en el momento que la investigación lo requiera y sin interrumpir el trabajo diario de los analistas profesionales, de manera de sumar a su labor.

El año pasado, gracias a fondos obtenidos por haber sido elegidos Liceo Bicentenario, realizaron una ampliación del laboratorio y construyeron una sala especial para que los alumnos puedan realizar sus actividades.

Rodrigo Canales, subdirector del establecimiento, cuenta muy orgulloso que “con esto crecemos como Escuela. A veces en los establecimientos técnicos profesionales se ve bien la teoría, pero falta lo práctico. Eso ayuda mucho a los alumnos, porque logran entender el proceso técnico y lo práctico. Ya no es algo lejano. En el futuro les va a tocar hacer todas las cosas que aquí aprenden”.

Para ambos directivos de la Escuela Las Garzas, los estudiantes se ven muy contentos por estos avances. “Hemos visto que a muchos alumnos engancharon y se les abrió el panorama, lo ven como una opción para trabajar”, concluye el subdirector.

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