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Desde que se fundó el Colegio Ayelén en Rancagua, el año 2015, las habilidades socioemocionales han sido una pieza fundamental en el trabajo diario con los alumnos. Este 2021 esto se vio reforzado con la implementación de la Mentalidad de Crecimiento, que implica empoderarse de la idea de que, con entrenamiento y esfuerzo, siempre podremos aprender, mejorar y desarrollar habilidades.

“Identificar las situaciones que no me permiten abrirme a la posibilidad de mejorar ante situaciones que están fuera de mi zona de confort. Trabajar de manera ardua y persistente para mejorar”. Así se explica lo que es la Mentalidad de Crecimiento en base a lo propuesto por una de las líderes de esta corriente, la autora Carol Dweck, explica el rector del Colegio Ayelén, Víctor Arroz, perteneciente a la RED Irarrázaval.

La Mentalidad de Crecimiento se contrapone a la mentalidad fija, que tiende a pensar que no existe la plasticidad cerebral, es decir, que la inteligencia y personalidad son algo inherente y estático de la persona. “En términos concretos, si los estudiantes identifican conceptos como la plasticidad cerebral, que el equivocarse es parte del camino y que uno siempre puede mejorar en distintas áreas e implementan estos en su vida diaria, estarán abiertos a invertir una energía mayor en aprender aquellas asignaturas y ámbitos de su desarrollo socioemocional que le son más desafiantes”, asegura el rector.

León de Urruticoechea, director de Gestión en Educación de la Fundación Irarrázaval, afirma: “hace algunos años hemos impulsado el desarrollo de Mentalidad de Crecimiento dentro de la RED gracias al apoyo de la Fundación Impulso Docente. Sabemos que, al modificar el enfoque, al crear una “cultura del error”, se produce un cambio muy positivo tanto para los alumnos como para los profesores”.

Implementación de la Mentalidad de Crecimiento

Todo el equipo directivo se ha involucrado en este proceso, que actualmente está en una fase de implementación. “Es clave que los líderes de la organización seamos quienes impulsemos la instalación de una Mentalidad de Crecimiento en la organización”, asegura Víctor Arroz. Explica que durante esta primera etapa se están asesorando por Impulso Docente, quienes apoyan con capacitación al personal. “Trabajar en conjunto es clave para que todos comencemos a hablar un mismo lenguaje y desafiarnos a mejorar nuestras áreas de crecimiento. Terminada esta fase, comenzaremos a trabajar acciones en nuestras salas de clases, tales como sesiones de orientación destinadas a trabajar en esta área; instalación de tipologías; y ejecución de micromomentos de interacción en las sesiones de clases”, cuenta el rector.

Sobre esta última fase, explica: “estos micromomentos son clave, ya que es un espacio breve en el que los docentes dan feedback a los estudiantes. Por ejemplo, en vez de decirle a un estudiante: "Felicitaciones por resolver el ejercicio", el docente le indicará: "Felicitaciones, lo hiciste muy bien. ¿Qué pasos crees que te llevaron a resolverlo?, ¿Cómo lograste superar este paso que antes te costaba?". Interacciones como éstas son las que modelan la forma de pensar de los estudiantes y generar una verdadera cultura de mejorar en base a los errores”.

Y aunque recién estén comenzando a implementar esta metodología, ya lo recomiendan a otros colegios. “Primero que todo, porque existe evidencia científica del impacto de la Mentalidad de Crecimiento en los aprendizajes de los estudiantes, tanto en su etapa escolar como en su desarrollo en su vida posterior al colegio. Una vez que lo sabes, es complejo no tomar el desafío de desarrollar esta mentalidad en la organización, ahora el tema es el ¿cómo?, pero trabajando de manera sistemática con el staff, van apareciendo ideas interesantes entre los propios integrantes de la comunidad”, asegura el rector.

Videojuego: Derrotando al monstruo de la PTU

Con la idea de hacer un proceso cada vez más interesante y atractivo para los alumnos, potenciando la Mentalidad de Crecimiento que demuestra a los alumnos que son capaces de alcanzar las metas que se proponen, el profesor de Historia, Cristián Acuña, desarrolló un videojuego llamado Derrotando al monstruo de la PTU.

A través de este juego los alumnos deben contestar preguntas cada vez más desafiantes de historias para derrotar a un monstruo, lo que los motiva a utilizar la plataforma y a la vez aprender, prepararse para la prueba de ingreso a la universidad y vencer sus propios miedos de manera entretenida.